martes, 23 de octubre de 2012

PERSISTENCIA Y CONCIENCIA DE UNA VISIÓN

¿Por qué la primera visión de uno tiende a una influencia tan duradera en nuestra vida? ¿Son realmente tan duraderas las primeras impresiones? Podría parecer como si ansiáramos dejar a un lado las distorsiones que limitan nuestra felicidad, y disminuyen nuestra posesión de vida. Desde luego algún cambio es inevitable en todos. La falta de cambios profundos es lo que confunde. 
Imaginemos a un hombre con una visión totalmente distorsionada. Se ve a sí mismo como un hombre disoluto. Mira a otras personas como insignificantes y amenazadoras. La vida, para él es una prueba de aguante. El mundo es una fosa de víboras, y Dios no es más que una ilusión cruel. Obviamente este hombre quisiera detener el mundo y bajarse. Sus percepciones lo castigan brutalmente. ¿Por qué una persona así, no repiensa y revisa su visión? Debe notar que hay otras personas relativamente felices. 

Algunas personas que pasan junto a ella en la calle van sonriendo o silbando. ¿Se han tragado ellas algún secreto de gozo? ¿Saben ellas algo que ella no haya encontrado todavía? ¿Qué conocen ellas que ella desconozca? Si esta persona quisiera solamente repensar y revisar su visión básica podría convertir su autodesprecio en autocelebración. Podría pasar del pesimismo al optimismo; del escepticismo a la confianza. Podría reemplazar su actitud negativa por una positiva. ¿Por qué no lo hace? En un grado mayor o menor, nosotros nos parecemos a este pobre hombre. ¿Somos todos masoquistas?

Según el principio de que si una cosa vale la pena decirla una vez, probablemente conviene decirla dos veces, hemos estado repitiendo que él único modo de crecer y vivir más plenamente requiere un cambio en nuestra perspectiva.

Una visión limitada y castigadora es como un conjunto de cadenas que nos mantiene atados. Estamos sujetos con firmeza en el mismo lugar,cada día es una copia al carbón del anterior y cada año una repetición de la tristeza del último año. Para entender porque muchos de nosotros permanecemos voluntariamente prisioneros de visiones distorsionadas, debemos revisar brevemente lo que una visión hace por nosotros. Puede arrojar alguna luz sobre las causas de por qué somos tan renuentes a repensar y revisar la visión con la que emprendemos el camino de la vida. 

Cuando los seres humanos echamos una primera mirada a nuestro interior, a nuestra propia realidad, y al exterior, al resto de la realidad, inmediatamente empezamos a buscar orden, patrones, ciclos. Aprendemos a relacionar las causas con sus defectos. Estamos buscando, en una palabra, el pronóstico; el saber qué esperar nos da sentido de seguridad. Nos capacita para tomar decisiones sobre el modo de actuar. Pronto nuestras propias acciones y reacciones caen en patrones que están basados en nuestras percepciones y ajustes a la realidad. 

La vida se hace previsible y nuestras reacciones toman consistencia . Queremos actuar bien o mal para mantener esta consistencia. Lo opuesto a la predicción y a la conciencia es el caos. El caos implica imprevisión e inconsistencia. El caos retrasa la mente y fragmenta el espíritu. La persona que atraviesa por un período de caos es tenida, a menudo por "desorientada". En su confusicón la gente desorientada ha perdido todo sentido de dirección. El caos es una experiencia aterradora. 

Por esta razón somos tan renuentes a cambiar nuestra visión, aun cuando sea una visión cruelmente aprisionante. Hay un prolongado miedo a que, al dejar la antigua visión que nos ha dado predicción y consistencia, yo pueda caer en el caos y me pierda sin  guía. Por ejemplo: si yo fuera a dejar una pobre autoimagen y aprendiera a apreciarme a mi mismo, ¿Como actuaría? ¿Que sucedería? ¿Cómo me relacionaría con otras personas? Si yo dejara mis prejuicios de que otras personas son básicamente deshonestas y salen a manejarme, ¿Cómo las trataría? ¿Tendría que empezar a confiar en los demás? ¿Tendría que ir tan lejos como para revelarme a mí mismo a los demás? 

La dificultad está en que no hay garantías de que lo nuevo será mejor que lo antiguo. No es éste un caso de que ¿"Mas vale pájaro en mano que ciento volando"? ¿Quien quiere cambiar lo conocido por lo desconocido sin cierta seguridad?  Sé lo que tengo y no estoy seguro de lo que voy a conseguir o de lo que voy a perder. En todo cambio hay una muerte y un renacer. Morir a lo viejo y nacer a lo nuevo es una perspectiva aterradora. Y existe siempre ese terrible momento, entre la muerte y el renacer, en el que no tengo nada. Si dejo mi antigua visión que ha dado algún sentido a mi vida y me ha proporcionado una fuente de dirección en mi comportamiento; ¿Una nueva visión dejará mi vida intacta en el mismo camino?

Una muchacha estudiante me visitaba con frecuencia para recibir consejos. En cada visita ella tenía un problema diferente. Finalmente, después de haber resuelto muchísimos problemas, le pregunté  [ ¿Crees que alguna vez vas a dejar de tener problemas? Ya hemos superado la marca de los cien].  Ella con mirada baja, un poco cohibida, dijo suavemente: "Si dejo de tener problemas, ya no podré venir a verte". La pobre muchacha se percibía completamente desadaptada para una relación de adultos.  Por su autopercepción no podía relacionarse, como igual, con otra persona. La única manera en que podía adaptarse a la realidad, al tratar con otros era desempeñando un papel de "niña perpetuamente angustiada".

Ahora supongamos que alguien le dijera a esta muchacha: "te ves desadaptada y te has ajustado a esta supuesta inferioridad, permaneciendo siempre como una niñita, más no eres inadaptada. Tienes excelentes dones eres una excelente persona. Debes aprender a relacionarte con otros en la igualdad, como un adulto con otro" ¿Cual sería su reacción ante esto? Teoricamente debería creer en su adaptación e igualdad, pero ha basado todas sus percepciones y ajustes en la suposición de que es inadaptada e inferior. Se ha sentido cómoda y experimentada en ese papel. La sugerencia de que debería cambiar está visión errónea y comenzar a actuar de una manera radicalmente diferente le infundiría terror a su corazón. Se siente segura tras la cerca y fachada de la incapacidad. Por lo tanto tenderá a aferrarse a su orientación primera. Por desgracia para hacer esto, se ha enclaustrado fuera de una vida más plena y más humana. 

Podemos mencionar otro caso; un joven que se ha percibido a sí mismo como odioso y se ha adaptado a esta supuesta situación convirtiéndose en un profesional introvertido y solitario. ¿Qué pasaría si se le invitara a revisar sus juicios primitivos y a dejar de esconderse de los humanos y viniera a participar en la celebración de la vida? Posiblemente se aferrará a su visión y adaptación con los puños cerrados antes de arriesgarse al caos de una conversión. 

¿Recuerdas haber tratado de arrancar algo peligroso o indeseable de las manos de un niño? Ordinariamente la manita se aferra a lo que tiene agarrado. La táctica psicológica indicada es suspender alguna distracción atractiva ante el niño; todos nos inclinamos a un cambio razonable. Pero este asunto de revisar las propias percepciones y ajustes no es como cambiarse de ropa. Nuestras percepciones originales, como hemos dicho, tienen que ser repetidas hasta que cristalicen en actitudes, e integren , finalmente, una visión. Somos criaturas de hábito. No podemos salir de nuestros antiguos hábitos hacia otros prefabricados así como cambiamos de ropa. El cambio de hábito, por su misma naturaleza, tiene que ser gradual. 

Pero permanecer en las viejas rutas no es fácil tampoco. Persistir en la visión antigua y disminuída requiere que uno niegue constantemente toda experiencia opuesta. Uno tiene que afirmar tercamente su visión errónea ante la evidencia contradictoria creciente. Esto puede ser díficil y fatigoso. Produce, trás un periodo de tiempo, considerable tensión y stress internos, Ycuanto más fuerte sea la evaluación contraria, tanta más energía debe gastar la pobre persona en el mecanismo de negación.


lunes, 8 de octubre de 2012

REGLAS DE ORO PARA CUIDAR LOS AFECTOS

Dar y recibir amor  no es privativo de la pareja, Se quiere a un hijo, a un amigo, a un hermano... Y con todos ellos hay que saber mantener la relación, para que fluya sin roces el cariño. Las claves que te damos sirven para comunicar el amor, tanto para darlo como para saber recibirlo:

PARA SABER DAR

  • Conócete a ti mismo, no cierres los ojos a tus defectos ni a los de la otra persona. Debes aceptar y aceptarte como eres. 
  • Asume el compromiso. Dispón de un proyecto de vida que incluya a la persona amada: "Sabemos vivir por separado, pero los dos queremos hacer cosas juntos"
  • Aleja la rutina. Quererse es un  proceso que evoluciona y debes madurar con él. 
  • Expresa sentimientos y deseos. No des por supuesto que la otra persona "ya sabe lo que siento y lo que necesito"
  • Respeta la libertad del otro. No prohíbas ni censures actividades que contribuyan a su desarrollo personal, aunque no te gusten demasiado.
  • Permanece atento. No te acostumbres a la presencia ni a las atenciones que te hace la otra persona, porque no es una obligación suya. Celebra siempre que esté contigo. 
  • Comparte, no seas mártir ni te evadas con ocupaciones propias que excluyan al otro. 
  • Evita las discusiones innecesarias. Se pueden -y se deben- pedir las cosas de forma clara y serena. No pierdas el respeto: no toleres insultos ni agravios. Resuelve los problemas cuando se presenten y evitarás la acumulación de rencores. 
  • Presta atención al lenguaje corporal. Tus gestos muestran el interés que el otro despierta en  ti. Revelan nuestras emociones más íntimas, según el experto en técnicas psicocorporales Francesco Padrini. La gente que atrae equilibra lo externo y lo interno. 
  • Sonríe. Implica deseo de acercarse al otro. Siempre es positivo y agradable. 
  • Abre mucho los ojos. Demuestra curiosidad por lo que te rodea y te da puntos para que se ocupen de ti. 
  • Aprende a escuchar.  No sólo con el oído, sino también con el corazón y la mente. Es un arte díficil. Supone la capacidad de ir más allá de las palabras, de entrar en contacto con la emoción que hizo pronunciarlas. 
  • Interésate por lo que es importante para el otro. Aunque creas que es aburridísima su afición de hacer pajaritas de papel, pregúntale cómo las hace. 
  • No te rías de las personas; ríete con ellas. Y también de ti mismo. Más aún cuando las cosas no van como tú quisieras. 
  • Trata de verte como te ven los otros. A través de las reacciones de los demás, puedes comprobar si te estás acercando al éxito o si te estás aislando socialmente. Por ello, debes estar listo para rectificar sin traicionar tu personalidad. 

QUE PAPEL ADOPTAR
El autoconocimiento es clave para saber con  qué conducta nos sentimos cómodos al comenzar una relación amorosa. Quien adopta el polo activo tenderá a tomar iniciativas. Será quién diga: "Quiero...", "Pienso...".Por lo tanto, no debe sorprenderse de que el otro espere su generosidad y se muestre dependiente y sensible. 
Quien adopta el polo pasivo, tenderá a captar y a estar receptivo, a escuchar y a responder. Dirá cosas como "Siento...", Aprecio...". Lo lógico es que, ante esto, el otro quiera sentirse respetado y admirado por sus logros. 
Tradicionalmente, el primer papel era asumido por el hombre y el segundo por la mujer, pero en la actualidad los papeles son perfectamente intercambiables, lo que favorece que las relaciones sean más saludables, ricas y variadas. 

LOS OBSTÁCULOS.
Una relación amorosa pasa por tres fases: el primer contacto con la persona deseada, el enamoramiento y, por ultimo, la relación se consolida o se rompe. Los obstáculos para que la relación crezca pueden ser los siguientes: 
  • La timidez, que nos impide manifestar los propios sentimientos o necesidades. 
  • El miedo al rechazo, que puede causar que nos retiremos antes de empezar a luchar, antes de arriesgarnos. 
  • El temor a la vulnerabilidad, a ser conocido íntimamente y a no gustar. 
  • El pánico al compromiso, a perder la independencia o la tranquilidad. 
  • Los traumas infantiles no superados, como haber sido infravalorado de pequeño o haber sufrido un abandono. 
LAS CUALIDADES DEL QUE AMA.
La persona que se siente cómoda con un papel activo en el amor suele tener las siguientes características:
  • Afectuoso y cariñoso. Expresivo en sus sentimientos, se acerca y conquista con miradas, caricias, abrazos. 
  • Maduro. Se tiene que sentir completo y quererse a sí mismo. No debe depender del otro para resolver los problemas propios, sino confiar en su buen juicio.
  • Comunicativo. Saber decir al otro lo que siente y ser capaz de escuchar y ponerse en el lugar de los demás. 
  • Humilde. Se acepta y reconoce como es, se disculpa a sí mismo por sus errores y rectifica si es necesario. 
  • Sensible. Comprende lo que el amado quiere y puede atenderlo hasta donde sea posible sin perjudicarse a sí mismo. 



APRENDE A AMAR Y SER AMADO

CLAVES DE UNA RELACIÓN DE PAREJA SANA





TIPOS DE AMOR

El psicólogo Abraham Maslow definió dos tipos de amor: 
  • El amor deficiencia, que parte de la creencia de que la otra persona va a satisfacer nuestras necesidades y, por tanto, la amamos porque se lo agradecemos. Resultado: un amor condicionado que espera recibir recompensas.

  • El amor del ser se basa en la aceptación del ser amado, al que se aprecia y acepta en su esencia, igual que se puede valorar una bonita melodía que jamás se había oído. 
Aprendemos a vivir este amor cuando nos hacemos maduros, fuertes e independientes. Amar a una persona por lo que es constituye un sentimiento físico y psicológico que nos ennoblece y nos permite ser felices cuando el otro lo es. Cultiva nuestra autoexpresión, nuestra honestidad, la libertad de mostrarnos tal y como realmente somos. 

DAR Y RECIBIR

En las relaciones de pareja podemos distinguir dos polos o tipos de conducta. Una es la activa y otra es la pasiva. La primera implica todo lo que supone dar, mientras que la pasiva remite a recibir. Cada persona se siente impelida por naturaleza a pensar y actuar desde uno de estos polos, y su actitud se complementará con quien tienda a actuar desde el polo opuesto. 
Las relaciones con éxito resultan de un intercambio de energías opuestas, ya que estás se atraen, mientras que las iguales siempre se repelen. 

COMO RESOLVER CONFLICTOS
Jonh Gotman, profesor de Psicología en la Universidad de Washington, en Seattle, enseña a las parejas cinco habilidades básicas para la resolución de conflictos.
  1. Hacer un arranque suave. Hay que presentar las quejas sin juzgar a la pareja. La crítica implica un ataque global y provoca la actitud defensiva de la parte contraria. 
  2. Aceptar la influencia del otro. Las parejas felices se influyen entre sí. Al parecer, las mujeres son más abiertas a aceptar la influencia de los hombres (y también de las otras mujeres), de modo que la clave está en el comportamiento de ellos: en la medida en que, a su vez, se abran a la influencia de ellas, la relación tendrá más éxito.
  3. Preparar o frenar el conflicto. Supone hacer todo lo necesario para detener o invertir los sentimientos negativos que lo han provocado. Declaraciones como "me siento triste", "empecemos otra vez" e incluso "¿Puedes callarte y escuchar?" suelen ser una bandera blanca levantada por uno de los dos. 
  4. Saber declarar treguas. El hombre suele retraerse durante las crisis. Sólo se esforzará en resolver los problemas si su pareja da los pasos específicos para apaciguarle. Una de las mejores fórmulas es declarar una tregua durante las discusiones acaloradas, y reanudarlas por lo menos 20 minutos más tarde. Durante ese tiempo, la reflexión es imprescindible. 
  5. Rebajas el nivel de las discordias. Las parejas bien avenidas saben quitar hierro a los conflictos inyectando humor en las relaciones o plantando un beso en la mejilla al otro. No temen ser rechazados. Por desgracia, esta habilidad no se programa en frío, y sólo es posible cuando entre ambos existen vibraciones positivas. Es una lástima, ¡funciona de maravilla!




Valorar lo ajeno

"Me encanta su capacidad de divertirme: es una caja de sorpresas. Nunca se muestra entrometido ni habla de nadie; sin embargo, a la vez es muy sensible hacia los deseos de los demás. Está en paz consigo misma,y sabe difundir esa tranquilidad, pese a ser un terremotode ideas"  



Este es el comentario de alguien 
enamorado y amado

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿TE ESTIMAS REALMENTE?




¿Qué es la Autoestima?                             


Si comprendo qué es la autoestima, podré quitarle lo misterioso a esa sombra de negatividad que parece un hechizo y me persigue hasta en los sueños, haciéndome la vida imposible. 

·         “Siento que no valgo nada”
·         “No me acepto como soy”
·         “Pienso que soy menos que los   demás”

¿Puede haber un sentimiento peor que la baja autoestima?

Dichosamente es solamente un manejo inadecuado de mi energía y tiene remedio. 

Para entrar en el tema qué es la autoestima, comprendo primero el mapa y luego investigo las rutas y herramientas. 


Definición de autoestima


La definición de autoestima en sicología varía de una escuela a otra, pero no nos interesan las diferencias sino las semejanzas.  Una versión sencilla y práctica de qué es la autoestima es la siguiente:

Autoestima es la opinión que tengo de mi mism@. 

Si pienso que tengo valor como persona, entonces me siento bien conmigo mism@ y eso me indica que tengo una autoestima alta.  

Si por el contrario, pienso que soy inadecuad@, que soy menos o que nunca me aceptarán como soy, me sentiré muy mal y eso es una clara indicación de que tengo baja autoestima. 


Concepto de autoestima


Es fácil señalar el concepto que tengo de otras personas:

·         “Ella es una persona muy íntegra y segura de sí misma”
·         “Él es un hipócrita desleal y se derrumbará tarde o temprano”
·         “Esa persona tiene un don especial para ganarse la confianza”

Describir mi auto concepto – la opinión que tengo acerca de mí mism@ - puede ser más difícil. 

Lo único que me interesa por el momento con respecto a mi concepto de autoestima es si siento una emoción positiva o negativa cuando pienso en mí mism@. 

Esa emoción rica o fea que me surge desde las entrañas es la indicación de si tengo alta autoestima o si padezco de una baja autoestima. 

Esa emoción que surge es más importante de lo que yo puedo creer en este momento. 

Es una respuesta al pensamiento que tengo en este instante.  Esto lo comprenderé mejor luego, pero ahora cobro conciencia. 

Mi auto concepto lo podré reformular, pero no desde mi deseo simple de cambiar una creencia, sino como una consecuencia de sentir mi fuerza interior y saber de mi valor. 

Nada gano con pensamientos piadosos acerca de mí mism@.  Lograré reprogramar todo eso desde otra dimensión. 


¿Qué es la autoestima?


Entonces, la respuesta práctica y de utilidad a ¿qué es la autoestima? es:

La creencia profunda que tengo con respecto a mi valor como persona. 

Es una creencia profunda que está más adentro de los pensamientos que produzco normalmente en un momento cualquiera.  Pertenece a una capa de pensamientos grabados en mi mente, generalmente poco conscientes, y con una gran autoridad o capacidad de determinación. 

Ejemplos de esas creencias profundas son:

·         “Yo no sirvo para eso”
·         “Soy tímid@”
·         “Soy fe@”


Son pensamientos que en algún momento de mi vida acepté como verdaderos y de allí en adelante les permití que definieran mi vida. 

Desde entonces determinan la manera como pienso.  Determinan el tipo de pensamientos que admito en mi mente y determinan la dirección – constructiva o destructiva – de esos pensamientos. 



La importancia de la autoestima parece obvia, pues me hace sentir adecuad@ o inadecuad@, según tenga una alta o baja autoestima. 

Pero un problema de autoestima puede ir más allá:

·         Una chica puede entregarse a la sexualidad con el fin de buscar ser apreciada.
·         Un joven puede iniciarse con alguna droga para que sus amigos lo acepten.
·         Una persona de baja autoestima tendrá menos cuidado con su cuerpo y estará más expuesta al sobrepeso, la depresión y enfermedades en general.

Mi capacidad de autoprotección estará menos activa porque tiendo a proteger sólo aquello que tiene valor para mí: 


“Si no valgo lo suficiente, no es tan importante mantener la integridad.”  

Alta Autoestima                 


Una alta autoestima es indispensable para vivir una vida gratificante, alegre y completa.  Me facilita mi crecimiento, puedo tener acceso a mi energía interior y me permite ser feliz y libre. 

·         “Yo sí puedo”
·         “Tengo la posibilidad de elegir cómo vivir mi vida”
·         “Estoy feliz de ser quien soy”

Escuché hace poco una frase que me gustó: “Me siento cómodo dentro de mi piel”

Cuando me siento bien conmigo mism@ tengo alta autoestima. 

La opinión que tengo acerca de mí es buena, me relaciono adecuadamente con los demás y realizo mi trabajo o quehacer diario con gusto. 

Tengo alta autoestima cuando me aprecio, cuando siento que tengo valor y que soy importante en el ambiente en que me muevo. 


Beneficios de un alta autoestima




Sentirme así me permite desempeñarme sin complicaciones, libre, abierta y espontáneamente.  Logro subir el ánimo a quienes me rodean e irradio una energía positiva de beneficio para tod@s. 

Asumo gustoso las responsabilidades que elijo tener y de esa manera logro un mayor éxito porque lo que hago lo hago por elección y con cariño. 

Tengo un optimismo que se contagia y por esta razón los demás quieren colaborar conmigo.  Esto me permite construir más fácilmente la vida de mis sueños y eso me hace cada vez más feliz. 

En este camino tan alegre de la alta auto-apreciación, soy de un beneficio inigualable para los demás, no porque me sacrifico por ellos, sino porque inspiro a cada quien a que sea y exprese lo mejor de sí mism@.  Cuando en un ambiente familiar, social o de trabajo, tod@s nos conectamos, las cosas se acomodan gentilmente. 

Afronto los retos confiando en que seré capaz de abordarlos o de buscar la ayuda que necesite para alcanzar las metas que me he propuesto. 

Me acepto como soy y reconozco que me puedo desarrollar más en algunas áreas.  Con gusto y conciencia busco mi transformación para ser cada vez mejor persona. 

Desde muy adentro me quiero, me respeto, y me siento bien conmigo mism@.  Si tuviera que elegir, elegiría ser yo mism@ otra vez. 

Baja Autoestima                              


Para aprender a salir de un estado de baja autoestima, empiezo por reconocer qué es ese estado tan espantoso y qué lo provoca en mí.  Una vez que comprenda eso, podré saber qué camino tomar. 

Cuando... 

·         no soy amable conmigo mism@
·         desprecio las cosas buenas que sí tengo
·         me siento incapaz e impotente
·         me dejo influir por los demás
·         culpo a los otros de mis propias debilidades
·         actúo a la defensiva
·         no me quiero

...todas esas son señales de una baja autoestima. 

¿Reconozco algo en la siguiente lista?

·         “Creo que no valgo mayor cosa.”
·         “Ellos tienen la culpa...”
·         “Si las personas a mi alrededor fueran diferentes, mi vida sería diferente.”

Todos esos son pensamientos que restan en vez de sumar. 

Todo eso proviene de pensamientos negativos muy poderosos dentro de mí.  Esos pensamientos provienen de creencias muy arraigadas, muy poderosas y claramente nefastas. 

Esos pensamientos me quitan poder, me empequeñecen y me disminuyen. 

Allí está la clave para comprender la razón de mi baja autoestima:


La dirección de esos pensamientos es destructiva


Veamos cada ejemplo de autoestima baja por separado:

Sentir que no valgo nada es lo peor que puedo sentir en esta vida.  Es descalificar la esencia de lo único que es verdaderamente mío: yo mism@.  Si siento que no valgo nada, entonces nada de lo que soy, tengo o hago tiene ningún sentido. 

Por desesperación, termino buscando al menos un culpable para desahogarme un poco.  Pero la culpa nunca me llevará en una dirección positiva.  No me ayuda, no me construye, no me señala una dirección de salida.  Sólo me hunde y oscurece más el panorama de por sí nefasto. 

Culpar a los demás es darles poder sobre mi vida: si ellos cambian, yo mejoro.  Pero ¿si no cambian?

Mi bienestar – mi autoestima – ¿depende de lo que ellos hagan o no hagan?

En ese caso mi vida está en sus manos...  ¡Qué horroroso sentir que no tengo control de lo que sucede con mi vida! 




¿En manos de quién he puesto mi vida?


¿Quién está sentado en el asiento del conductor en mi vida?

Quiero decir que yo y solo yo – y así debe ser.  Pero la verdad es que he permitido que se fueran acomodando dentro de mi mente las opiniones de muchas personas. 

La opinión de alguien que en algún momento... 

·         se burló de mí
·         me dijo que yo no podía hacer esto o aquello
·         me trató mal
·         se enojó conmigo
·         me atemorizó
·         me desaprobó
·         me advirtió que debo vivir así o seré castigad@
·         me aseguró que no valía nada
·         me quitó su amor por no obedecer

...y quién sabe cuántas cosas más. 

 Esas personas (que ahora están dentro de mi mente) son las que yo permito que se turnen en el asiento del conductor en mi vida. 




                                                                                             Ronald Esquivel 







martes, 2 de octubre de 2012

LA VIDA DE MIS SUEÑOS

La vida de mis sueños es realizable.  Lo que siempre he querido vivir lo puedo lograr.  Tan solo requiero una elección y una disposición de permitirlo.

·         “Siempre he querido ser...”
·         “Una vida entera he soñado con tener...”
·         “Lo que más quiero hacer es...”

¿Es la vida de mis sueños tan solo un afiche pegado a la pared que añoro algún día ver materializado?

El siguiente proceso ha sido realizado por muchas personas que hoy viven sus sueños en vivo y a todo color. 




Aunque parezca ilógico, el proceso es sencillo.  Después comprenderé las razones por las cuales este proceso funciona.  También comprenderé las razones por las cuales pocas personas lo logran. 

Entro muy profundamente dentro de mí y me pregunto qué es lo que quiero.

Me permito imaginar cómo sería mi vida con eso completamente manifestado.

Identifico dentro de esta creación cómo me siento con eso ya realizado en mi vida.

Busco cualquier “excusa” para permitirme sentir esa emoción ya.  La llevo a mi vida cotidiana.

Acepto, suelto, dejo ir toda expectativa y así elimino las resistencias.

Permito, entro en estado receptivo, me abro.  Así, la energía de eso que quiero puede atravesar el colchón de la materialidad y manifestarse.

Si pudiera simplemente realizar este proceso como lo haría una niña de tres años, no necesitaría más explicaciones. 

Pero a través de mi crecimiento he incorporado hábitos de pensamiento y sentimiento resistentes y rápidamente las creencias entran en acción y me señalan una y otra razones por las cuales esto no puede ser es así. 

En efecto, ya escucho toda una discusión interna a favor y en contra del asunto. 

Si quiero, puedo quedarme allí en esa asamblea de “dimes y diretes” o puedo avanzar por esta puerta que se me acaba de abrir. 




"Todo en el universo es vibración"

Eso mismo dice la ciencia (sobre todo la física cuántica en las últimas décadas) y lo dicen las filosofías (las orientales desde hace milenios y la metafísica occidental más recientemente), además de otras disciplinas. 

La vibración es el lenguaje universal. 

Esas seis palabras son extremadamente importantes. 

Este mundo material que me rodea, en su esencia es pura energía. 

La percibo material, dura, densa y real a través de mis sentidos, los sensores maravillosos con que he sido dotad@.  Pero este piso en el que estoy parad@ es sólo energía vibrando en una cierta frecuencia. 

Para hacer el cuento corto, si todo es energía vibrando de cierta manera, al cambiar mi manera de vibrar, cambio la dirección de mi vida y cambian las manifestaciones a mi alrededor. 

La vida de mis sueños tiene una frecuencia vibratoria específica y yo puedo alinearme con esa frecuencia. 


Para que mis emociones lo sientan


La emoción me permite sentir la vibración como algo agradable o desagradable, como algo rico o feo. 

Cuando tengo un pensamiento y siento la emoción que ese pensamiento genera, emito una vibración. 

Al vibrar de una u otra forma, atraigo más de eso mismo. 

Atraigo a mi vida todo lo que vibra de manera similar a la manera en que estoy vibrando. 

En la dimensión terrenal, esto se manifiesta con toda exactitud. 

Lo que soy, tengo y hago es consecuencia de mi atracción.  Entonces, todo lo que me rodea es tal y como es porque en la dimensión vibratoria lo he atraído – me he alineado con esa frecuencia de vibración. 

Si quiero atraer la vida de mis sueños, vibro en esa frecuencia hoy - ya.  Me la imagino, la proyecto, la pretendo, la invento, la creo y la re-creo de cualquier manera, con cualquier excusa. 


¿Funciona o no funciona?


“Supongamos que la cosa es así de fácil como dices.  Explícame entonces, si siempre he soñado un montón de cosas que quiero, ¿por qué no me llegan?”

Porque en cierto momento vibro riquísimo con esto que quiero, pero de inmediato me pongo a pensar que no lo podré conseguir con el dinero que recibo, que eso sólo existe en las películas o que no me lo he ganado. 

En un momento siento la maravilla de la vida de mis sueños y de seguido interpongo la resistencia. 

La resistencia es todo aquello que me bloquea, que me limita y que se siente muy feo. 

El miedo a lo que podría pasar, la duda de dejar atrás lo que ahora es, el enojo de que he querido y no lo he tenido, las creencias de que no puedo, no lo merezco o no lo creo, son todas resistencias que me cierran las puertas. 

Por un lado lo atraigo y por otro le cierro las puertas. 

Por un lado vibro en armonía con lo que quiero y de inmediato me pongo a vibrar en oposición a lo que quiero. 




¿Cómo abro las puertas a la vida de mis sueños?


Cuando vibro de manera armoniosa con lo que más quiero, siento rico y vivo feliz.  Si logro mantenerme vibrando en armonía, más temprano que tarde se manifestará todo lo que es armonioso con mi vibración - la vida de mis sueños. 

En otras palabras y con más detalle:

Si sé hacia dónde quiero ir, la mitad del camino está recorrido.  La otra mitad es soltar, aflojar, permitir.  Suelto incluso la obsesión por obtener aquello que quiero. 

Aquí hay una aparente contradicción: Dejar ir lo que quiero. 

Si suelto lo que quiero entonces dejaré de atraerlo.  Además temo que se me meterá lo que no quiero.”

Cuando suelto, aflojo, permito, acepto, entrego y libero, me alineo con mi esencia.  Cuando me alineo, la energía fluye y las manifestaciones concretas le siguen. 

Se manifiesta sólo lo que está en armonía con mi esencia y eso es justamente la vida de mis sueños.  Nada de lo que no quiero se meterá mientras no lo atraiga. 

Por otro lado, cuando me obsesiono por vibrar con insistencia con lo que quiero, todavía estoy vibrando desde la escasez, con algo de resistencia y la energía no fluye libremente. 

Acepto que estoy donde estoy, que no me gusta donde estoy y que quiero ir en otra dirección. 

Lo que sigue ya no es mi responsabilidad, sino del Universo. 

Ahora la vida de mis sueños es responsabilidad del Universo. 

Yo solo acepto y suelto.  Dejo ir.  Me abro. 

En estado de aceptación, las cosas que quiero se manifiestan más fácilmente en mi vida. 

Acepto que lo que es sea como es, que lo que fue así fue y lo que será simplemente será de la manera en que vaya a ser. 

¿Puedo sentir una energía especial cuando simplemente dejo ir?

¿Puedo sentir cómo fluye esa energía?


Cuando la energía fluye armoniosamente, la vibración encuentra su camino hacia la materialización


Cuando permito que dentro de mi ser fluya la energía, estaré allanando el camino para que la vida de mis sueños se manifieste en mi vida cotidiana. 

En este universo de vibración, aprendo a vibrar en armonía para atraer todo lo que más quiero. 

Vibro en armonía cuando siento rico, cuando abro las válvulas, cuando experimento la aceptación de que lo que es sea como es.  A pesar de que yo quiera algo que todavía no es, acepto que por lo pronto, así es. 

Vibro en armonía cuando pongo mi atención en todo lo que me hace sentir rico. 

Busco cualquier excusa para vibrar rico. 

Me permito generar sólo los pensamientos que se sienten mejor. 

Me propongo en mi vida diaria encontrar más razones para sentirme muy bien ya.  Me facilito cualquier “excusa” para encontrar una forma de vibrar más armoniosa. 

Esa es la manera en que lograré bajar de la pared el afiche de la vida de mis sueños y concretarlo en mi vida cotidiana. 

Esa es la manera de empezar a vivir ya con alegría e intensidad. 

Así lograré transformar mi vida más fácilmente que a través del esfuerzo agotador. 

Así lo han hecho grandes triunfadores y pequeñas personas felices.  Cada quien con su elección, y viviendo desde ya la emoción que sentirá luego. 

Ejemplo de “La Vida de Mis Sueños”



La vida de mis sueños es un tema fascinante.  Desata una gran ilusión y fuerza interior, además me permite acercarme a mi alma, a mi esencia. 

En realidad, esos sueños son una interpretación.  Son la respuesta de mi personalidad a los estados de alegría y abundancia que desde mi esencia quiero vivir. 

El trabajo que añoro, la pareja, la casa de ensueño o el vehículo que quiero son la interpretación que hago de ciertos estados de ser. 

Al tener esa casa o la pareja que tanto deseo, me voy a sentir muy bien, radiante, fuerte y alegre.  Son la excusa, el medio a través del cual me llegaré a sentir muy bien. 

Desde mi esencia, lo que quiero es esa paz, alegría, fuerza y aceptación.  

Cualquier excusa que me lleve en esa dirección es válida.